Quijotadas Literarias
LA RETROCOLONIA
Saludos. Nuestra quijotada literaria de este número se meterá en extraños pasadizos de la historia, donde los conquistadores terminarán siendo conquistados y su legado, para bien o para mal, ha sido una forma de ver el mundo muy compleja y llena de colores; que es producto de su grisácea manera de llevarnos casi a la extinción combinada con la riqueza cultural que ha sobrevivido a la barbarie de la conquista. Esta combinación, sería la que forjó las bases de lo que es una literatura llena de colores y matices. Impensables en las mentes de la Europa medieval que antecedió a todo lo que explicaremos hoy.
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Europa, la cuna de la cultura occidental. La madre del idioma, la política. La administradora de la religión más expandida en el mundo. La hacedora de naciones y destructora de civilizaciones. La conquistadora, la colonizadora, la perpetua luz que dejó su legado en el resto del mundo. Sea bueno o malo, es legado, a fin de cuentas. El renacimiento nació el mismo día que Colón pisó América por primera vez. Independientemente de si sabía que era o dónde estaba, este paso ha sido el acontecimiento que separa el periodo más “oscuro” de la historia europea, que irónicamente continuó en las tierras conquistadas y tomó como estandarte la religión y el poder para concretar esta expansión. Todos estos hechos han sido conservados en maravillosas obras literarias que independientemente de su contexto, resultan muy útiles como documento histórico. Las crónicas de la conquista y las historias llevadas en manos de los misioneros, dieron la primera luz de Ámérica a Europa. Todas obras de crónica o con fines científicos, gracias al renacimiento. La locura de la inquisición y la apropiación a sangre y fuego, irónicamente se llevó conocimiento además de oro. Las leyendas y los mitos de las culturas nativas, llenaron las bibliotecas de los monasterios y las cortes de los reyes conquistadores que, de alguna manera sin quererlo, evitaron su extinción. Las historias del Popol Vuh (1552) o la literatura adjudicada a Nezahualcóyotl (1402 – 1472) sobrevivieron por aquellos hombres que a pesar de tener una misión, reconocieron el valor de estas obras y las llevaron consigo a Europa. A partir de allí, el compartir una misma lengua, nos ha llevado a una inmensa y prolífica cantidad de obras que superan con creces a los autores europeos. Parte de este legado le es atribuido a varios escritores, cronistas y recopiladores con un alto sentido humanitario como Fray Bartolomé de las Casas o El Inca Garcilaso de la Vega, el primer cronista y escritor criollo, nacido en el Cuzco (Perú) y respetado como intelectual en la corte española. Sus obras comprenden estudios de la historia incaica y sus relatos permitieron que mucho de su historia no fuera olvidada.
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Traeré a colación a un europeo que rompió con cualquier tabú del siglo XIX, el mismo de nacionalidad francesa y de piel oscura, hijo del llamado “Conde Negro”, el insuperable Alexandre Dumas, hijo de un Haitiano héroe de la revolución, que alguna vez fue vendido como esclavo por su propio padre y una francesa, tuvo la suerte de superar los grandes obstáculos de la época debido a su color de piel y la curiosidad y brillantez heredada de su padre le permitió crear una prolífica obra que va desde novelas, pasando por cuentos infantiles, crónicas de sus viajes, biografías y obras de teatro. De él recordamos las maravillosas aventuras de los tres mosqueteros y D´Artagnan, así como El Conde de Montecristo y el Tulipán Negro. Un hombre que tuvo su lugar en el panteón de los escritores de París hasta el año 2002 por el racismo europeo, que para su muerte no le fue concedido ese honor.
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De aquí en adelante podemos nombrar a todos los grandes escritores y poetas de la literatura latinoamericana, quienes han superado con creces los trabajos de otros grandes de la lengua española y de origen europeo. Irónicamente varios de ellos han concebido y llevado a cabo su obra desde Europa, pero construyendo aquel imaginario de sus orígenes en lo que es el nuevo continente. Hablar de Cien Años de Soledad del gran Gabo, como la máxima obra de la lengua española después del quijote según muchos conocedores y amantes de la literatura, o la belleza de “La Maga” de Cortázar en Rayuela (argentino y parisino) y los poemas de Rubén Darío y que decir de Sor Juana Inés de la Cruz, Gabriela Mistral o Alfonsina Storni. En la opinión de este humilde servidor, la lengua castellana y su literatura pertenecen más a la América que a la propia España y su riqueza es tal vez una bella revancha de las atrocidades de la conquista. Sin embargo, como escritor y amante de la historia, creo que todo hecho es a su contexto, así como toda obra es a su autor. Me libero de juicios de valor. La lengua nos hace hermanos así la realidad social de nuestros compatriotas en tierras europeas sean situaciones plagadas de xenofobia y racismo. Esperemos que la cultura siga rompiendo esas barreras que el patriotismo y la ignorancia han construido a través de los años sin piedad, y que nuestros nuevos escritores sigan creando en Europa ese puente que les recuerda que para bien o mal, son parte de nosotros. Al final todos somos los mismos seres humanos tratando de subsistir en este pequeño planeta.
¡ABRAZOS Y SIGAN ESCRIBIENDO!
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Ser infinito